La complejidad y exigencias de los negocios de la actividad de la empresa en general, determinan que esta adopte medidas que le permitan contar en todo momento, con los elementos necesarios para justificar y acreditar su funcionamiento dentro del marco legal vigente.
Una auditoria legal llevada a cabo en forma regular, permite evitar todo tipo inconvenientes, como los que pueden aparecer a la hora de solicitar ante una entidad financiera un crédito en forma urgente, para cuyo éxito, entre otras cosas, es vital contar con una compañía organizada de manera jurídicamente sustentable.
Auditorias como la propuesta, resultan también de suma utilidad a la hora de contratar con terceros, pues nos permitirá examinar, con distintos alcances según el caso, la situación legal de quien tenemos en frente, reduciendo el riesgo de los negocios que se realicen.
Sucede que habitualmente, solo se efectúan análisis de riesgo crediticio –muchas veces llevados a cabo con criterios erróneos- dejándose de lado el estudio de un aspecto fundamental como es el de la estructura jurídica y acatamiento de las disposiciones legales vigentes por parte de aquellos con quienes pretenden hacer negocios.